Una tarde bogotana fue el escenario soñado para que Viviana y Armando se juraran amor eterno y se prometieran a compartir una vida llena de momentos especiales. El entorno inspiraba el romance de una pareja que encontró en el otro uno de los sueños más anhelados en la vida: el eterno amor.
La tarde fue perfecta para hacer de este un día, en la Hacienda Granja Los Pinos, un momento inolvidable, donde ni el frio capitalino fue impedimento para que se sintiera el calor del cariño de esta hermosa pareja de amigos, novios, esposos y amantes. Cada detalle previsto fue una sinfonía de ensueño en la que los invitados pudieron compartir la esencia de su amor.
En el aire ceremonial se podría respirar los recuerdos de los bellos momentos que permitieron que Viviana y Armando llegaran hasta el altar. Como una boda de ensueño, el paisaje natural fue pieza clave para acompañar lo que sería el inicio de una nueva vida en pareja. Espacios como la sabana bogotana y una bella capilla fueron cómplices de este romántico desenlace, donde los detalles personalizados hicieron de esta celebración un instante sin igual.
Dentro de los momentos memorables se destacó el instante en que los novios con sus manos entrelazadas, salían de la iglesia afianzando todo su amor y con una mirada puesta en su futuro prometedor. Los acompañantes a la boda soltaron globos blancos simulando que el amor entre Viviana y Armando no tenía más límites que el cielo. ¡Todo un sueño!
Una de las grandes sorpresas fue indudablemente el azul celeste. Este color marcó la diferencia en todos los escenarios y combinó a la perfección con el paisaje campestre y el toque clásico de los novios. Las mesas iban acompañados por arreglos florales, con toques brillantes que añadían elegancia ¡El brillo nunca puede faltar!
Viviana lucía un hermoso vestido blanco, con preciosos detalles con bordados en pedrería. Todo en ella inspiraba los más profundos sentimientos y encantos de una recién casada. A la novia la acompañaba un ramo de rosas blancas, las cuales llenaron de elegancia todos los instantes, y reflejó la pureza e inocencia de un amor que durará para siempre.
Como dos novios enamorados quedaron captados Viviana y Armando ante el lente de Rocha Fotografía, quienes se encargaron de jugar con los espacios para reflejar cada instante y percibir con el lente los bellos sentimientos de haber hallado a su alma gemela. ¡La pareja lucía hermosa!, y no fui difícil para ambos mostrar ante cámara la felicidad de descubrir en la mirada del otro un amor sin límites.
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