La explanada es enorme y vacía, en la distancia se ven las personas a la entrada de la iglesia. Ahora es tu turno para entrar, sí, pero… en este gran momento de soledad, común en muchas novias, ¡un gran estrés burbujea dentro de ti! No, no saldrás corriendo porque tenemos 6 ideas para darte seguridad.
1. No estás sola, ¡papá está aquí! Ah, bueno, ¿no te tranquiliza? Vale, puede que no, pero seguramente ese día, en ese momento, papá no sólo es solo “papá”: es tu mejor amigo, o incluso tu ídolo, por lo que será un apoyo que te dará soporte, comodidad y un dulce consuelo… Si te detienes allí, justo antes de perder toda tu seguridad, piensa que puedes contar con su presencia para reducir la ansiedad antes de entrar a la iglesia.
2. ¡Eres una bomba ! No una bomba pequeña, de esas que solamente arrojan gas y hacen llorar (aunque más de uno seguro va a llorar en la bodas); no un tipo de bomba utilizada en juegos pirotécnicos, no, no, no, ¡eres una bomba atómica que puede arrasar todo a su paso! A continuación, por supuesto, 200 ojos estará centrados en ti, ¿y entonces? ¡Esta es la hora de la gran explosión! Disfruta de este momento único, normalmente ocurrirá sólo una vez en tu vida, ¿no lo crees?
3. Usas un vestido de novia que te hace sentir como una princesa, tu peinado es perfecto (por fin), como era de esperar (¡después de 5 intentos y 3 estilistas diferentes!), llevas un maquillaje que desafía el de las estrellas de la alfombra roja, estás encantada con tus zapatos de novia (después de llevar cada día, por un mes, solamente tennis para correr con todos los preparativos de la boda) y, por último, tu madre cedió a tu capricho, tu último capricho: estos pequeños aretes de perlas y diamantes (que relucen maravillosamente y son perfectos para tu atuendo). En resumen, con todas estas cualidades y adornos, solamente puedes sentirte bien: eso es esencial para no tener estrés adicional.
4. ¡Aún estás a tiempo de contar con tus padrinos! Ciertamente, debes olvidarlos durante la ceremonia, ya que estarán absolutamente inoperativos buscando las cajas de Kleenex a causa de la emoción que los abruma. Sin embargo, antes de entrar en la iglesia puedes descargar tu estrés en tus padrinos, y no te sientas culpable por pedir su apoyo, ellos estarán encantados de escucharte y tratar de tranquilizarte (“pero no, mi querida, no vas a perder el paso durante la marcha nupcial, tampoco vas a dejar caer el ramo, no vas a pisar tu vestido, olvida a tu padre, no vas acomenzar a llorar como los payasos”). Finalmente, después de la ceremonia, ¡puedes volver a contar con ellos! ¡Y esto, para el resto de la recepción!
5. ¡Estás cansada! Desde hace meses, 1 año o más, has dedicado todo tu esfuerzo a preparar tu matrimonio. Repítelo una y otra vez mentalmente (¡algunas novias lo admiten por fin en ese momento!) mientras entras a la iglesia. Imagina que es una simple repetición adicional… ¿Te parece fácil decirlo? No subestimes el poder de la convicción, ¡es psicológico!
6. Algunos trucos para relajarse (es un secreto compartido), están permitidos: hierbas aromáticas, aceites esenciales con virtudes calmantes, una postura de yoga, un improvisado masaje, comer chocolate… Todo está permitido excepto sustancias ilícitas, ¡por supuesto!
Ahora estás serena, ¡hasta el punto en estás dispuesta a entrar y desfilar por la iglesia! Si también conoces pequeños trucos e ideas tranquilizadoras para esta famosa entrada, ¡puedes compartirlas en nuestro foro de bodas!
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